cirugía ocular madrid

Cirugía Ocular

en el centro de Madrid

Para hablar de la historia de la cirugía ocular debemos remontarnos a los siglos XII y XIII en la península ibérica cuando el Islam dominaba el llamado reino de Al Andalus y un importante médico de la época, llamado Al-Shafra, natural de Crevillente, practicó con éxito las primeras intervenciones de cataratas, que es una operación consistente en retirar el cristalino del ojo que se ha vuelto opaco, para mejorar la visión y durante muchos años después, fue dicha intervención de cataratas la única cirugía ocular que se practicaba.

Las primeras referencias a las que tenemos acceso de una intervención ocular mayor, datan de 1.583 cuando el cirujano George Barstich extrajo un ojo de un paciente sin utilizar ningún tipo de anestesia y de una forma brutal que consistía en atravesar una aguja por el globo ocular, estirando luego hacia fuera y extrayéndolo a la vez que se irrigaba la cavidad que quedaba con agua fría para paliar de algún modo la hemorragia.

Esta práctica continuó sin variaciones hasta que en 1.841, el doctor Ferrall de Dublín empezó a extraer ojos pero sin romper los tejidos orbitarios circundantes (lo extraían dentro de su cápsula).

En 1.817 la cirugía ocular da otro paso cuando el doctor J. Beer hace la primera evisceración (retirada de vísceras) que hay documentada, irrigando un ojo que estaba siendo operado de glaucoma agudo.

En 1.846 se dan los primeros avances en anestesia general y la oftalmología da un paso de gigante ya que empiezan a practicar intervenciones oculares sin la brutalidad que suponía hasta entonces para los pacientes, así, en 1.865, Critchett realiza una amputación del segmento anterior del ojo, aunque con mucho riesgo de que el paciente contrajera infección y hubiera hemorragias.

A partir de 1.874 empezó a practicarse habitualmente la extirpación de la cornea vaciando el globo ocular Ya en 1.884, el doctor inglés Mules da un paso de gigante y será el predecesor de la cirugía ocular actual, con una intervención que consistía en separar la conjuntiva hasta la mitad, extirpaba la cornea, y hacía dos cortes triangulares en la esclerótica que facilitaban el cierre. También introduce una bola de cristal en el hueco escleral.

Al poco tiempo, Frost seguía la técnica del vaciado ocular, pero con las técnicas de Mules, dando lugar a la cirugía ocular moderna.

Por suerte hoy contamos con tecnología de última generación que permiten atravesar los procedimientos de la cirugía ocular láser sin dolor y con gran precisión.

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