Confiar o no en la información médica en Internet

Confiar o no en la información médica en Internet

El 41% de las búsquedas en la red están asociadas a la salud, según datos del libro El ePaciente y las redes sociales. El 18% de los entrevistados en una encuesta, que da a conocer el portal Salud.es, reconoce que antes de acudir al médico busca información en Internet y luego no se molesta en contrastarla con su médico. De hecho, informarse a través de la red ya es el segundo método preferido por los ciudadanos, aunque siempre por detrás de hablar con su doctor.

“Este asunto preocupa bastante a los colegios médicos porque hay webs con información poco clara y tienen detrás personas con formación pésima”, explica Juan Manuel Garrote, presidente del Colegio de Médicos de Segovia. “Las organizaciones profesionales intentamos dar un marchamo de garantía a la web, con personal formado, de intención no consumista y que se ajusten a valores éticos y deontológicos”.

Para garantizar la fiabilidad de estos sitios han surgido algunos sellos de calidad. El más conocido a nivel internacional es el denominado Hon Code, cuyas siglas provienen del término en inglés health on the net. Para conseguir el certificado digital, la web tiene que cumplir algunos principios, como que la autoría de los consejos debe provenir de un médico. Y el contenido tiene que complementar, no reemplazar, la relación entre paciente y médico. La web también debe respetar la confidencialidad de los datos relativos a pacientes y visitantes. La información debe facilitar las fuentes de las que proviene y la fecha de publicación tiene que ser viable.

“Es importante que los datos estén actualizados, porque los avances médicos son constantes”, explica Inma Grau, responsable de divulgación científica del Hospital Clínic de Barcelona. Además, los beneficios de los tratamientos deben ser respaldados por evidencias objetivas. Las webs deben dar información sencilla para contactar y los patrocinadores deben identificarse; se debe diferenciar lo que es publicad de lo que son contenidos informativos.

En España también ha surgido algún sello que garantiza la calidad, como el de Web Médica Acreditada, impulsado por el Colegio de Médicos de Barcelona. Hasta ahora cuentan con este certificado una decena de páginas.

Como novedad, explica el doctor Garrote, la Organización Médica Colegial (OMC) aprobó hace dos semanas su propio sello, llamado Websanitaria Seacformec, que estará disponible en breve y que se basará en unos códigos de conducta y deontológicos “para ofrecer una mínima garantía”.

Ejemplos de lugares donde escrutar información médica hay muchos. “Los más fiables son los ligados a instituciones de salud pública, asociaciones de pacientes, hospitales o sociedades médicas”, asegura Grau. “Medlineplus es una de las más completas y fiables”, aclara, “porque está avalada por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE UU y ofrece una versión en castellano”.

La web 2.0, que busca la interrelación con los internautas, ha desembocado también en redes sociales con vocación médica. En EE UU son conocidas Patientslikeme (pacientes como yo), con más de 140.000 usuarios, o Hellohealth.

En España, describe Aitor Guitarte en El ePaciente y las redes sociales, han surgido también algunas iniciativas como Vivu.es (una red creada para pacientes), Tu diabetes, Onsalus, Aorana, Mi salud en red, Vive la salud, Medicalia, Cuidatel, MieSalud, Salupedia o Qué médico, que nace con la voluntad de responder a la pregunta: ¿qué medico recomiendas?, “lo que despierta los temores más arraigados en el colectivo médico, el miedo a la crítica”, señala el autor. La plataforma Doctor Doctor también permite a los ciudadanos buscar al médico que mejor le convenga.

Eso sin contar los cientos de grupos de Facebook donde se realizan campañas, por ejemplos las promovidas por el Ministerio de Sanidad. Incluso la Wikipedia, señala Grau, no es mal sitio para informarse, “porque la información se actualiza bastante correctamente gracias a la inteligencia colectiva”, señala.

Fuente: CincoDias.com