Un “ojo electrónico” ofrece esperanzas para ciegos

Un “ojo electrónico” ofrece esperanzas para ciegos

Dos personas invidentes lograron ver la luz y distinguir formas gracias al primer ensayo de un “ojo electrónico” -un microchip que se implanta en la retina– que realizó en el Reino Unido.

Ambos sujetos habían perdido la visión a causa de retinitis pigmentosa, un trastorno ocular genético que provoca ceguera permanente, pero semanas después de la operación, vieron luz y formas.

Tal como señalan los investigadores, ambos están ahora comenzando a experimentar “la restauración de una visión útil”.

Los científicos del Hospital de Ojos de la Universidad de Oxford y el King’s College de Londres afirman que estos resultados “superan todas las expectativas”.

En el pasado, otros implantes de retina también han logrado revertir la ceguera, pero a diferencia de este chip -que permite al paciente detectar objetos con sus ojos- aquellos utilizan una cámara externa.

La nueva tecnología, desarrollada por la empresa alemana Retina Implant, funciona convirtiendo la luz que entra al ojo en impulsos eléctricos que son alimentados al nervio óptico en la parte posterior del ojo.

El objetivo es reemplazar las células de la retina que pierden los individuos que sufren enfermedades como la retinitis pigmentosa.

El pequeño microchip, que se implanta debajo de la retina, contiene 1.500 microscópicos detectores de luz electrónicos.

El nervio óptico es capaz de recoger las señales eléctricas del microchip y enviarlas al cerebro para que los pacientes pueden volver a experimentar algo de la visión perdida.

Funciona con energía externa conectado a un cable que sale por la piel detrás del oído para conectarse a una batería.

El implante ya fue probado exitosamente con pacientes en Alemania y éste es el primer ensayo clínico en el Reino Unido, en el cual los investigadores realizaron algunas mejoras respecto a la prueba anterior.

“Lo que hace única a esta tecnología es que todas las funciones de la retina están integradas en el chip“, explica el profesor Robert MacLaren, quien dirige el estudio.

“Tiene 1.500 pequeños diodos y electrodos sensores de luz que estimulan los nervios suprayacentes para crear una imagen pixelada”.

“Aparte de un dispositivo similar a un aparato auditivo que se coloca detrás del oído, nada indicaría que el paciente tiene un implante de retina”, agrega el investigador.